El Embajador

El conde Lupo del Bono es empresario, filántropo y hombre de familia. Nacido en Milán en 1956, se licenció en Ciencias Empresariales por el Babson College (Boston, EE.UU.) en 1979. Ocupó después diversos puestos directivos en el sector financiero y de seguros.

Él y su esposa Marie, panameña, muestran un gran interés por la educación, las cuestiones medioambientales, el servicio a la comunidad y la ayuda a los más necesitados. Tanto Lupo como Marie forman parte de varios consejos de administración en todo el mundo. Tienen dos hijos casados y una nieta.

El interés de Lupo por la filantropía le llevó a ser miembro fundador de la Fundación Gabriel Sherover de Jerusalén y de la Foundation for Human Prosperity de Ámsterdam. Es también fundador del Global Advisory Board del Babson College de Boston, uno de cuyos objetivos es proporcionar becas a estudiantes extranjeros meritorios.

Tras trasladarse a Panamá en 2012, Lupo del Bono ingresa en la Asociación panameña de la Orden de Malta, como Caballero de Gracia y Devoción, y posteriormente en 2017 es nombrado embajador extraordinario y plenipotenciario ante la República de Panamá. El 24 de octubre de 2017 entrega sus cartas credenciales al presidente de la República, Juan Carlos Varela.

En 2019 la Embajada hace efectiva la aprobación y ratificación del acuerdo marco bilateral entre la Orden de Malta y la República de Panamá.

Poco después, la Embajada ratifica un acuerdo marco bilateral con Food for the Poor, una organización estadounidense líder en ayuda y desarrollo, que se traduce en la importación y distribución, junto con la Asociación panameña de la Orden, de material humanitario por más de 3 millones de USD al año en beneficio de los enfermos y los necesitados en Panamá.

En 2017 la archidiócesis de Panamá nombró a Lupo miembro del comité organizador de la Jornada Mundial de la Juventud de 2019, el mayor evento de la Iglesia católica, que se celebra cada 4 años. En 2019, este evento de 1 semana de duración tuvo su sede en Panamá y acogió a 200.000 jóvenes peregrinos de todo el mundo.

400 voluntarios médicos europeos de la Orden acudieron a Panamá para prestar servicios de primeros auxilios, y fueron un valioso apoyo para el equipo médico local.